Su nombre es Tama, y es un felino el cual consiguió sacar a una estación de tren de la quiebra.
La zona era muy poco transitada por los viajantes, tanto que la compañía
decidió cerrar esa estación, lo que afecto a los residentes de esa
zona.
Después de varios años con la estación cerrada se les ocurrió la idea de
nombrar a un gato el jefe de la estación y esta idea tan simple
funciono de maravilla.
Ahora el número de visitantes a la zona y a la estación ha aumentado
mucho, el jefe trabaja duramente durmiendo en su oficina, la cabina de
los tiques, y además tiene un sustito para los fines de semana que el
descansa.
La mayoría de los visitantes son niños que buscan hacerse una foto con el jefe de la estación.
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